Los niños no comprenden que una pequeña llama pueda convertirse en un fuego peligroso, En alguna etapa de sus vidas, muchos niños y niñas, especialmente los niños, desarrollan un interés por el fuego y el jugar con encendedores y fósforos.
Una de las principales causa de los incendios en el hogar son los niños que juegan con fósforos o con encendedores, y normalmente trayendo como consecuencia lesiones a todos los miembros de la familia que se encuentran en nuestro hogar. Los niños tienen una curiosidad natural acerca del fuego y les intriga y encanta jugar con los fósforos o encendedores que normalmente son dejados de manera descuidada a su alcance.
En muchos casos, los niños que provocan incendios tienen antecedentes previos de haber manipulado fósforos o yesqueros, lo que agrava más aun la situación ya que existían eventos previos que hacían latente la ocurrencia en cualquier momento de un incendio y no fueron tomados con la seriedad que ameritaba en el momento.
Aun cuando los niños tienen curiosidad por el fuego, los pequeños suelen asustarse y confundirse en caso de un incendio, y prefieren esconderse en vez de buscar un lugar seguro, especialmente si son ellos los que han provocado el incendio. Con frecuencia y lamentablemente se encuentra a los niños escondidos en un ropero, o debajo de la cama, donde se sienten a salvo y el lugar más peligroso en ese momento.
Conociendo esta realidad, debemos tener mucho cuidado con los niños y el fuego. Lo mejor es que los eduquemos, les hablemos del peligro, de lo que deben y no deben hacer, las consecuencias que tendría y hasta que hacer en caso de incendio. Por lo tanto, es fundamental para la seguridad de tu familia especialmente la de tus hijos practicar ejercicios que enseñen que hacer y cómo actuar en caso de un incendio en el hogar, por lo menos 6 veces al año, para que practiquen los pasos correctos a tomar en caso de una emergencia por un incendio.